Estudiante de criminología, compró una ballesta por internet para asesinar a varias prostitutas a las que descuartizaba, confesó haber comido carne de algunas de sus víctimas.
Uno de los pensadores modernos más influyentes del siglo XIX, el filósofo alemán Friedrich Nietzsche, dijo en una de sus reflexiones: "El que lucha con monstruos, debe tener cuidado de no convertirse a su vez en monstruo". El asesino en serie de esta entrada podría ser un claro ejemplo del acierto de esta advertencia. Aunque como observaremos, Stephen Griffiths era ya un monstruo que se dedicó a estudiar a otros monstruos que le guiasen en su sangrienta senda, encontrando en las vidas de Jack el Destripador y Yorkshire Ripper su forma de vivir.
Stephen Griffiths (24/12/1969) de origen inglés fue detenido el 24 de Mayo de 2010 y condenado a cadena perpetua por el asesinato de las tres mujeres que ejercían la prostitución en Bradfort (West Yorkshire, norte de Inglaterra).
El 'Caníbal de la Ballesta' , que ya había sido condenado a tres años de cárcel cuando tenía 17 años por un robo llevado a cabo con un cuchillo contra un guardia de un supermercado, también tuvo que ser ingresado varias veces en hospitales psiquiátricos. Las prostitutas de su barrio le conocían, aunque advertían que nunca se iba a la cama con ellas.
Griffiths terminaría brutalmente con la vida de Susan Rushworth, de 43 años, Shelley Armitage, de 31, y Suzanne Blamires, de 36. Las tres prostitutas habían desaparecido respectivamente en junio de 2009, abril de 2010 y mayo de ese mismo año. La Policía encontró los restos de Blamires en el interior de una bolsa de deportes, desmembrada, en el río Aire, lo que les llevó hasta el asesino y posibilitó su detención. También se encontró una parte del cuerpo de Armitage, pero nunca se encontró el rastro del cadáver de Rushworth.
El modus operandi de Stephen Griffiths era el de matar a las mujeres con una ballesta que había adquirido por internet. Después, las descuartizaba. El asesino también aseguró haber comido la carne de sus víctimas, tanto cruda como cocida. Un extremo que nunca pudo ser confirmado por la Policía.
Lo más curioso de todo es que Griffiths era licenciado en Psicología y que estaba ampliando sus estudios con la especialidad de Criminología en la Universidad de Bradford. Pero sería entonces cuando su oscura personalidad comenzaría a manifestarse. Se obsesionó con los asesinos en serie. Su tesis se basó en estos asesinos y Griffith se fue transformado en un personaje similar a los que estudió.
Los que conocían a Stephen Griffiths lo han descrito como una persona con depresiones. Decía que se estaba sacando un doctorado en Jack el Destripador. Y también contaba que tenía una novia en Shipley. Griffiths era amante de los animales, tenia lagartos en su casa como animales de compañía que medían hasta 1.2 metros. Un amigo del presunto asesino llegó a asegurar que un día vio cómo Griffiths como se tragaba vivo uno de los ratones que criaba en su casa para alimentar a los lagartos.
Stephen Griffiths, que usaba el seudónimo Ven Pariah en Internet, sea por sus estudios o por una fijación personal, en sus cuentas en Amazon y en páginas como Facebook, dio cuenta de un gran interés por la vida de más de 50 asesinos en serie y libros relacionadas con crímenes. Una serie de ocho DVDs sobre Criminales Famosos o la obra Los asesinos en serie británicos más sangrientos están en su lista de obras solicitadas. Entre las 160 fotos que había colgadas en su página figuraban terroristas y asesinos sexuales.
En Facebook se presentaba como un hombre de 99 años. Un día en que se sentía con un humor "diabólico" citó una frase del libro de Ezequiel: "El camino del hombre recto está obstruido por todos lados". La frase se utilizó en la famosa secuencia de una ejecución en la película Pulp Fiction, de Quentin Tarantino.
Otras frases, como "la humanidad no es meramente una condición biológica. Es también un estado de la mente. Sobre esa base, soy un seudo-humano en el mejor de los casos. En el peor, soy un demonio", fueron dejadas por él en la red.
Entre las fotografías colgadas en internet hay una en la que se le ve con el torso desnudo y mirando desafiante a la cámara. "Ven Pariah ha salido a la luz finalmente. ¿Qué hará este seudo-humano?, se pregunta uno”, dejó escrito. Lo que ha hecho pensar en un anuncio de su, por el momento, tercer y último crimen.
Durante el juicio Griffith afirmó que Susan Blamires "fue asesinada en la bañera" y que ingirió partes crudas de su cuerpo. "Eso es parte de la magia", contó con tranquilidad.
Ya en prisión 'El Caníbal de la Ballesta' intentó poner fin a su vida y los propios guardias tuvieron que armarse de valor para intervenir e impedir lo que parecía un intento real de suicidio.
Tras ver este caso una pregunta flota en el aire: ¿El que lucha con monstruos, debe tener cuidado de no convertirse a su vez en monstruo?
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